martes, 4 de diciembre de 2012

Lys Green: Fragilidad

Ha caído la noche y solo la luz del hogar y de las velas brilla en nuestros ojos, coloreando de naranja las sombras de nuestros cuerpos.
Extenuados, nos abrazamos y mordisqueamos nuestros labios y los lóbulos de las orejas entre risas desnudas. Las llamas hacen crepitar los leños en la chimenea, apenas a un palmo de nosotros. La humedad se condensa en el ventanal y un estremecimiento recorre nuestra espina dorsal al caer rendidos y jadeantes sobre las sábanas revueltas, buscando a tientas las mantas para arrebujarnos en ellas antes de que el sudor se enfríe y nos recuerde que ese es el único lugar de la casa donde podemos yacer desnudos.

Entre jadeos de agotamiento y cómplices susurros, no podemos dejar de besarnos y acariciarnos por debajo de las mantas, piel con piel, labios contra labios, entrelazados los dedos, avivada la pasión de nuestros corazones. Y ardiente nuestra piel.
Literalmente.
- Si notas que huele a pollo quemado... Ya sabes que soy yo que he arrimado las piernas demasiado al fuego.
- Ja, ja, ja... ¿Por qué no lo dijiste? Podríamos haber alejado los colchoncillos de la chimenea...
- Es que ni de lejos alcanzaban la intensidad de tus ardores, eres insaciable...
- Puede...
Nos reímos y mordisqueamos los labios hasta casi hacernos daño.
- Oye, que no soy masoca...
- ¿Tú no? - sonrío. -  Pues desde que escribí el poema sobre BDSM no sabes la de gente que piensa que yo sí lo soy...
- Es que solo a ti se te ocurre...
- Yaaaaaa.... Bueno, surgió así. Ya sabes que escribo por impulsos. Como me desafiaste a probar con la poesía, justamente ese día había leído unos posts del hilo de BDSM que me impactaron, y me salió solo. Creo que me turbó tanto la imagen que se formó en mi mente que la única forma de conjurarla fue escribir sobre ello. Y otro truco que uso para librarme de prejuicios es intentar ponerme en el lugar de la otra persona, empatizar con ella, para intentar entenderla. Y si no la entiendo, al menos me esfuerzo por no prejuzgarla, aceptar que no todos somos, pensamos o sentimos igual, ni disfrutamos con las mismas cosas. Por eso hay relatos que, aunque estén escritos en primera persona, poco tienen que ver conmigo o con mi realidad más íntima. Así que ya ves, eso fue lo que hice... Pero se me fue un poco de las manos; algunas personas no lo interpretaron como un relato o un "experimento" sin más, sino que se lo tomaron en serio. Espero que mis amigos, los que leen el blog habitualmente, no le den mayor importancia... Lo cierto es que ese mundo no me atrae lo más mínimo y menos presenciarlo en directo, creo que el trauma me duraría varios días...
- Ya, ya, pero algo light sí que te gusta, como a todos, menos a mí... que te aten las manos, te venden los ojos...
- Eso es morbo, tonto, y no es lo mismo un pañuelo de seda que una cuerda o unas agujas (solo de pensarlo me mareo), pero es muy distinto de que me humillen o me causen dolor físico... El que lo intente que se atenga a las consecuencias, porque soy yo la que le causaría dolor en donde no lo olvidará jamás, ja, ja, ja, ja....
- Y yo que pensaba convertirte en mi esclava sexual... Pero no te veo de sumisa, más bien de ama...
- ¿Yo? ¿Con lo modosita y frágil que soy? Anda....
- ¿Tú frágil? Eres de las personas más fuertes que conozco... Lo que pasa es que nos tienes a todos engañados.
- ¿A todoooos? ¿Acaso tú sabes quiénes son todos?
- A todos los de tu emporio, me refiero. Yo pensaba  que lo tenía bien montado, pero contigo me he encontrado con la horma de mi zapato, je, je, je.
- No lo sabes tú bien... - le contesto con aire descarado y juguetón.
Dándome un delicioso pellizco en la nalga, acerca con la otra mano la bolsa de los juguetitos, esos que al final nunca usamos porque ni falta que nos hacen, y me mira con sonrisa pícara...

- A ver qué hay por aquí... Vaya, estas esposas de plumas... muy monas pero no sirven para nada, si tiras un poco se rompen seguro...
- Claro, tonto...
- ¿Y para qué las quieres entonces?
- Pues... para las fotos del blog...
- ¿Qué fotos? Ah, ya...

Se queda mirando las esposas y acaricia las suaves plumas negras.

- Pero... Una cosa, ¿cómo te vas a hacer fotos a ti misma con las esposas puestas?
- No me tires de la lengua... Deja eso o saco una fusta y te vas a enterar de si soy ama o no, que ya he tenido algún voluntario que se me ofrece de sumiso, para que veas...
- ¿Pero tienes una fusta también? - inquiere con una sombra de desconfianza y los ojos entrecerrados.

Muy, muy despacio, me acerco a él deslizándome sobre las sábanas a cuatro patas, relamiéndome los labios con la lengua y ronroneando como una gatita.

- No, pero no me des ideas o el próximo día... ¡Hey! ¿No te he contado lo de los "fetterati..."?

No me dio tiempo a acabar, porque sus labios ya estaban aprisionando los míos y su cuerpo ardiente de deseo y preparado para una nueva conquista junto al fuego. Con el envite, caímos aparatosamente hacia atrás y la mesita hecha con un caballete de tijera y el enorme y pesado estuche de madera del libro que me había regalado mi padre cayó con gran estrépito sobre el suelo cerámico. La fría madera se resquebrajó con el impacto e hizo que se saltaran los pequeños goznes y se agrietara la tablilla en que se sustentaba la cerradura. Recuperados del sobresalto, lo apartamos sin miramientos con los pies para que no nos estorbara y nuestros labios se buscaron de nuevo ansiosos e insaciables. Ya arreglaríamos el desaguisado más tarde.

La pasión es la pasión y hace que todo lo demás pase a un nebuloso segundo plano.

2 comentarios:

  1. ¿Porque será que me creo a pies juntillas lo de las propuestas BDSM que has recibido? ... jajaja. Yo, sin embargo, me ví sorprendido con tu relato y es que, queramos o no, construimos una imagen de nuestros interlocutores desconocidos, tomando de aquí y allá información con la que montamos una especie de collage y en tu caso, no me resultaba coherente ... pero vamos, no sería la primera vez que errara en mis supuestos. Yo mismo, escribí hace algún tiempo un relato en el que el protagonista era una mujer ... y mucha gente pensó que lo había escrito D_S, O+ ... ¡¡ craso error !!
    Posiblemente nosotros no disfrutaramos de las prácticas BDSM, pero no nos podemos sustraer a la tentación de un buen azote en el culo, un mordisco en los pezones, un tirón del vello púbico, un mordisco en el labio ... en los momentos en que el amor romántico deja paso al mas puro y animal apasionamiento ... ¿quien puede?
    Besos
    D_S, O->

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  2. Pues a día de hoy todavía recibo apasionantes ofertas, y eso a pesar de haber puesto "Olvídalo. El relato sobre BDSM es ficción" como estado en el chat...

    Estoy por aprovechar tal derroche de exhibicionismo fetichista para hacer un estudio estadístico o publicar un anuncio en plan "Se buscan amas" a ver si damos salida a tanta demanda, jajajaja.

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Comentarios